El día que Mila aprendió a andar en bici




El día que aprendí a andar en bici sin rueditas acababa de cumplir 5 años. Era una bicicleta que intentaba ser colorada en medio de las marcas de óxido.Durante días caminé con la bici al costado. La agarraba fuerte y recorría los caminos del campo. No me animaba a subir. Mi hermana más grande ya andaba sola y yo la seguía de lejos. 

Una mañana de enero me animé. Sola. Decidí empezar con tramos cortos y sobre el pasto. Creo que hasta el día de hoy me acuerdo de esa sensación de adrenalina de estar andando sobre dos ruedas y nada más. Lo que parecía imposible estaba pasando. Me caí mil veces en ese pasto que me vio circular ida y vuelta, ida y vuelta, ida vuelta, ese verano. Estaba feliz. Todavía tenía el recuerdo de ir a ver la salida de la luna en el guarda ganados, en la bici de mi mamá, adelante, con las patitas amuchadas. Y ahora la manejaba yo sola.

"Lo más importante para aprender en bici es saber que te vas a caer mil veces. No hay manera que aprendas si no te caés", le dijimos estos días a Mila que, después de haber visto un video de su primo andando solo le pidió a Nico que le sacara las rueditas.

Ayer salió solita por el pasto. Se cayó unas cuantas veces. Se levantó otras tantas. Disfrutó de la adrenalina de las primeras rodadas solas. Le gustó saber que podía ir más rápido.

A la tardecita, se puso el pijama, las zapatillas "de bici", y siguió andando con nuestro empujón desde atrás. Ayer fue un día importante para todos.





1 comentarios :

  1. Qué hermoso. Me alegro por la pequeña Mila, quien seguro éste año debe andar por todos lados y solita. Un beso grande, muy lindo post!

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POR QUÉ ESCRIBO

POR QUÉ ESCRIBO
Porque hace bien al Alma. Porque sana. Porque me ayuda a no olvidar. Porque me ayuda a recordar. Porque a veces la gente no encuentra el orden exacto de las palabras y yo sí. Porque no siempre sé decir en voz alta. Porque me deja volar un rato y salirme del día a día. Porque algún día mis hijas van a aprender a leer. Y otro día, a escribir. Y van a ser ellas las voces detrás de este teclado y los ojos que van a mirar lo que yo algún día vi.

DETRÁS DEL LENTE

DETRÁS DEL LENTE
Todas las fotos que ven en mi blog las saco yo. Muchas las saqué con mi Cannon G10, máquina que amé y sigo amando, pero ¡ya llegó a su máximo de cliks! Me acompañó desde 2009 hasta el año pasado, que pidió un cambio. Viajó por Tailandia y por Chile; disfrutó de los mejores veranos en la playa en familia; fue testigo de nuestros miles de kilómetros en moto; nos acompañó bajando montañas de nieve; pudo ver cómo nuestra vida en el campo se fue transformando día a día; vio crecer a nuestros perros; retrató las primeras sonrisas de mis hijas. En 2015 pidió un cambio así que, por esas cosas que tiene el azar, Tere, mi íntima amiga, me vendió su Nikon 3500. Todavía no le tengo el aprecio que le tuve a la Cannon (siempre recomendaría esta máquina porque es semi profesional. Me sirvió mucho para vender fotos en las notas que me han publicado). Las demás fotos las saco (y saqué) con el Iphone 6.

ALGO DE MI

ALGO DE MI
Soy una mezcla de todo. Fui charlista de cenáculos, atleta federada, secretaria ejecutiva. Recorrí más de 5.000 kilómetros en moto por el mundo y saqué cientos de fotos desde el asiento de atrás. Caminé con górilas en Ruanda y fui pasante en Para Tí. Viví algunos días en el monte formoseño y otros tanto, en la clínica La Prairie. Soy periodista de profesión, y comunicadora, de vocación. Leí la saga completa de Harry Potter y nunca entendí a Cortázar. Tengo una huerta en mi casa y me gusta cocinar. Soy amiga, esposa, hija, hermana y madre dos niñas que me dieron vuelta el mundo. Tengo 34 años y sigo usando All Stars.