"Mamá, te tengo que decir algo importantísimo". Hizo fuerza en la última palabra y se me acercó muy seria al oído. "Decime", le contesté y le presté mi oreja. Se cubrió la boca de costado para que su hermanita, la que bailaba, como desde hace varios días, con sus zapatillas de baile enfrente de la televisión, no la escuchara. "Tengo que comer helado de frutillas".
Qué bueno que a los 4 años el orden de prioridades esté donde tiene que estar...
¡Que terminen muy bien sus semanas! Por acá la señora tormenta hizo mucho ruido, tiró algunas ramas, dejó rastros en los caminos y nos sacó luz y agua hasta hoy a la mañana. Pero al menos vino con Sol abajo del brazo...
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