Goulash con spaetzle



¡Buenas, buenas! Hace muchísimo que no me siento a escribir por estos pagos. El sol y el buen clima se hicieron esperar en mayo, pero llegaron a tiempo para poder celebrar, finalmente, el cumpleaños de Mila. Ya aprendí para la posteridad: los cumpleaños en el campo se festejan cuando el clima lo diga. ¡Valió la espera porque fue un día soñado! Estaba feliz la gorda...Fue la primera vez que festejamos su cumple con sus amigos del Jardín. Intentamos disuadirla de suspenderlo "hasta los 5", pero no hubo caso. Así que tuvo su fiesta con inflable, torta, piñata y con una veintena de niños corriendo por todos lados. Se encargó de mostrarles su casita en el árbol, se disfrazó de Blancanieves y,como suele pasar en los cumpleaños, tuvo su rato de llanto y mal humor. Pero la foto lo dice todo:



¡Bienvenido otoño, ahora sí, con sus mañanas nebulosas y pastos blancos! Los fríos ameritaban una receta que me traslada a la montaña, así que esta semana preparé un goulash con spaetzels riquísimooooo, que me pasaron mis amigas del colegio. Para las que les de más fiaca, pueden obviar los spaetzels y reemplazarlos con  alguna pasta chiquita que les guste. Anoche comimos unos ravioles congelados con restos de goulash y quedaron muuuy ricos también. 

Así son  casi todas mis vueltas del Jardín en estos días. Entre tanta bruma, el sol se ve bien redondo y naranja,



Les paso la receta. Yo no tenía panceta así que esta vez no le puse y quedó riquísimo igual.

¡Buen fin de semana para todos!

Para el goulash:
800 grs bola de lomo
200 grs de panceta ahumada (opcional)
50 grs de manteca
1 vaso de vino blanco (yo usé tinto)
1 taza de caldo (yo usé de carne, pero puede ser otro)
2 cebollas grandes
2 tomates
2 cucharadas de pimentón
200 cc de crema
1 ramito de aromáticas (yo no usé porque no tenía)
Sal y pimienta a gusto

En una cacerola saltear la panceta cortada en tiritas hasta que esté dorada. Agregar la cebolla y seguir transparentando (yo la corté en aros y ahí al medio, pero puede ser picada. Para mi da igual porque va a pasar tanto tiempo en cocción que ni se va a ver después). Agregar la bola de lomo cortada en cubitos y los tomates, también en cubos. Añadir el vaso de vino, el caldo y las aromáticas. Salpimentar. Dejar cocinando a fuego bajo esta preparación mucho tiempo (mínimo dos horas o hasta que la cebolla no se vea más). Agregar el pimentón y seguir cocinando. Cuando haya reducido a la mitad, agregar la crema y revolver.

Para los spaetzles:
700 grs de harina
1 cdta de sal
4 huevos
1/2 litro de agua

Colocar la harina y los huevos en un bowl. Mezclar a mano con batidor, y agregar  de a poco el agua mientras se sigue uniendo. Hervir el agua en una olla y con un rallador (o con una manga de cocina), ir pasando un poco de esta masa que es bastante blanda (tipo engrudo). Ir cortándola chiquita a medida que pasa del tamaño que más les guste (tipo mini ñoquis). Apenas sube a la superficie, sacarlos con espumadera y acomodarlos en un recipiente con manteca. 

Servir en cazuelas con spaetzels como base y arriba el goulash, y mucho queso rallado. (Debo confesar que esta fue la primera y última vez que los hago, jajaj. Hice un gran enchastre en la cocina, pero también fueron furor para las chicas y para Nico). 



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POR QUÉ ESCRIBO

POR QUÉ ESCRIBO
Porque hace bien al Alma. Porque sana. Porque me ayuda a no olvidar. Porque me ayuda a recordar. Porque a veces la gente no encuentra el orden exacto de las palabras y yo sí. Porque no siempre sé decir en voz alta. Porque me deja volar un rato y salirme del día a día. Porque algún día mis hijas van a aprender a leer. Y otro día, a escribir. Y van a ser ellas las voces detrás de este teclado y los ojos que van a mirar lo que yo algún día vi.

DETRÁS DEL LENTE

DETRÁS DEL LENTE
Todas las fotos que ven en mi blog las saco yo. Muchas las saqué con mi Cannon G10, máquina que amé y sigo amando, pero ¡ya llegó a su máximo de cliks! Me acompañó desde 2009 hasta el año pasado, que pidió un cambio. Viajó por Tailandia y por Chile; disfrutó de los mejores veranos en la playa en familia; fue testigo de nuestros miles de kilómetros en moto; nos acompañó bajando montañas de nieve; pudo ver cómo nuestra vida en el campo se fue transformando día a día; vio crecer a nuestros perros; retrató las primeras sonrisas de mis hijas. En 2015 pidió un cambio así que, por esas cosas que tiene el azar, Tere, mi íntima amiga, me vendió su Nikon 3500. Todavía no le tengo el aprecio que le tuve a la Cannon (siempre recomendaría esta máquina porque es semi profesional. Me sirvió mucho para vender fotos en las notas que me han publicado). Las demás fotos las saco (y saqué) con el Iphone 6.

ALGO DE MI

ALGO DE MI
Soy una mezcla de todo. Fui charlista de cenáculos, atleta federada, secretaria ejecutiva. Recorrí más de 5.000 kilómetros en moto por el mundo y saqué cientos de fotos desde el asiento de atrás. Caminé con górilas en Ruanda y fui pasante en Para Tí. Viví algunos días en el monte formoseño y otros tanto, en la clínica La Prairie. Soy periodista de profesión, y comunicadora, de vocación. Leí la saga completa de Harry Potter y nunca entendí a Cortázar. Tengo una huerta en mi casa y me gusta cocinar. Soy amiga, esposa, hija, hermana y madre dos niñas que me dieron vuelta el mundo. Tengo 34 años y sigo usando All Stars.