No hay manera de que mi día empiece bien si no desayuno. No hablo de un desayuno continental, ni huevos revueltos, ni esas tostaditas con palta que comíamos semanas atrás en Chile. Hablo de mi café con leche. Simple y llanamente. No lleva nada en particular salvo, café, agua, azúcar y leche. Pero no tomarlo cuando me levanto es casi como salir de casa sin haberme puesto los lentes de contacto.
En alguna etapa de mi vida intenté cambiar mi café con leche por un té verde. ¡Dios mío! Disculpen amantes del té, pero mi café con leche con poca ciencia es el único capaz de transformar una mañana pésima en algo relativamente pasable. Más, si la noche anterior tuve un coro de ángeles llorones a dos paredes de distancia. Ya está, ya lo tomé. De vuelta del pueblo, después de haber hecho varias cosas en estado de zombi, me llegó a mis manos. Borrón y cuenta nueva. Mi día acaba de empezar.
Ayer había escrito un nuevo Post, y después lo borré. Cosas que me pasan últimamente. Hablaba de esta última mitad del año, que me está corriendo con la llegada de los cumpleaños, las navidades y la mar en coche. Contaba que fue una mitad de año diferente. Repleta, repletísima, de vericuetos, de planes realizados y cambio de planes, de nacimientos y partidas, de fiestas, de brotes y rebrotes. De algunas brazadas fuertes que me recordaron que de la ola se sale así, sin mucho esfuerzo, dejándose llevar. Y contaba que hace unos días, en plena "brazada", hice una lista. "LO QUE HAY", le puse de nombre. Era largo ese listado, lleno de personas, momentos y cosas lindas. De esas que hay, que están acá (no allá adelante, ni allá atrás). Y de repente me acordé de ese mapa de ruta que tracé cuando empezó el año. Que se llenó de curvas inesperadas y de banquinas de ensueño. De destinos inciertos y de caminos sin marcar. Que siguió su propio curso, y no el mío. Y en todo ese transcurso, "lo que hay" permaneció. ¿Qué más se le puede pedir a ese camino? Hagan la prueba de hacer ese listadito, de cosas simples, de momentos, de personas o situaciones… Está bueno tenerlo ahí, a mano, y mirarlo cada tanto.
Gracias, café con leche, por haber llegado por fin a mis manos. Mi mañana cambió de color, mis ojos se abrieron un poco más y afuera hay sol.
¡Buen jueves para todo el mundo!
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TEJER MOMENTOS
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hermoso post Vcky! gracias!
ResponderEliminarmuy bueno!!!!! aguante el café con leche!!!! gracias por hacernos parte tu vida!
ResponderEliminarque lindo!!!! y si... acá otra fan del Cafe c leche! besos!!!
ResponderEliminarImposible empezar el día sin mi café con leche!!! También hice lo del te verde, duró una semana ;)
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