Medialunas caseras



¡Lo prometido es deuda! A ver quién se anima con estas medialunas bien caseras de Jimena Monteverde. Me tenté el lunes pasado que hacía un calor que se caían los pájaros y nos quedamos casi todo el día adentro de casa con las chicas. Para mi les faltó un rato más de descanso en la heladera (me agarró la ansiedad y las saqué antes de las dos horas mínimas que ella sugiere). Clave, recontra clave, comerlas calientes y con almíbar, una vez que las sacan del horno. Y si se enfrían, y tienen la suerte de tener jamón y queso en su casa, son más ricas todavía. 

Una de las pocas cosas que extraño de vivir en el cemento es poder bajar de un ascensor, caminar hasta la esquina, y comprar unas medialunas recién hechas. Así que, si Mahoma no va a la montaña, hacemos medialunas caseras…¿Me cuentan si las hacen? De paso, métanse en la página de Jimena Monteverde (Jimenacocina.com), que hay millones de recetas fáciles y de todas formas y colores. No digo que esta sea simple.¡Es para hacerla con tiempo y para los que nos gusta cocinar y probar cosas nuevas! Copio y pego la receta desde su página, que esta muy bien explicada. Las fotos son de las que hice yo.

Medialunas caseras
  • 30 g de Levadura fresca
  • 1/2 Taza de Leche tibia
  • 1/2 Taza de Agua tibia
  • 2 Cdas de Azúcar
  • 1 Pizca de Sal
  • 1 u de Huevo batido
  • Cantidad Necesaria de Harina
  • 100 g de Manteca
  • 1 u de Huevo batido (para pincelar)
  • 1 Cda de Esencia de vainilla

  1. -Disolvé la levadura en el un bol con la leche tibia. Agregá el agua, el azúcar, la esencia de vainilla, la sal y el huevo batido. Comenzá a agregar harina, de a poco, hasta formar un bollo que no se pegue en las manos ni en la mesa.
  2. Trabajá la masa con las manos enérgicamente. Tiene que quedar elástica.
  3. Colocala dentro de una bolsa o un film y llevá a la heladera 2 horas, por lo menos.
  4. Esto fue después de casi dos horas en la heladera. La próxima le voy a hacer caso a Jimena y la voy a dejar dos horas o más. Eso las va a hacer más esponjosas me parece.

  5. Con la masa ya levada, estirá dejándola de ½ cm de espesor. Cortá en triángulos, los lados más largos que la base y pintá la superficie con manteca derretida. Enrollá desde la base a la punta y dale forma de medialuna.



  6. Enmantecá y enhariná una placa para horno. Dejalas leudar un rato más, hasta que estén hinchaditas. Pincelá con huevo y llevá a horno precalentado. Hornea a 180 C° durante 15 minutos. Si queres, pincelá con almíbar apenas los saques del horno. Una locura!





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POR QUÉ ESCRIBO

POR QUÉ ESCRIBO
Porque hace bien al Alma. Porque sana. Porque me ayuda a no olvidar. Porque me ayuda a recordar. Porque a veces la gente no encuentra el orden exacto de las palabras y yo sí. Porque no siempre sé decir en voz alta. Porque me deja volar un rato y salirme del día a día. Porque algún día mis hijas van a aprender a leer. Y otro día, a escribir. Y van a ser ellas las voces detrás de este teclado y los ojos que van a mirar lo que yo algún día vi.

DETRÁS DEL LENTE

DETRÁS DEL LENTE
Todas las fotos que ven en mi blog las saco yo. Muchas las saqué con mi Cannon G10, máquina que amé y sigo amando, pero ¡ya llegó a su máximo de cliks! Me acompañó desde 2009 hasta el año pasado, que pidió un cambio. Viajó por Tailandia y por Chile; disfrutó de los mejores veranos en la playa en familia; fue testigo de nuestros miles de kilómetros en moto; nos acompañó bajando montañas de nieve; pudo ver cómo nuestra vida en el campo se fue transformando día a día; vio crecer a nuestros perros; retrató las primeras sonrisas de mis hijas. En 2015 pidió un cambio así que, por esas cosas que tiene el azar, Tere, mi íntima amiga, me vendió su Nikon 3500. Todavía no le tengo el aprecio que le tuve a la Cannon (siempre recomendaría esta máquina porque es semi profesional. Me sirvió mucho para vender fotos en las notas que me han publicado). Las demás fotos las saco (y saqué) con el Iphone 6.

ALGO DE MI

ALGO DE MI
Soy una mezcla de todo. Fui charlista de cenáculos, atleta federada, secretaria ejecutiva. Recorrí más de 5.000 kilómetros en moto por el mundo y saqué cientos de fotos desde el asiento de atrás. Caminé con górilas en Ruanda y fui pasante en Para Tí. Viví algunos días en el monte formoseño y otros tanto, en la clínica La Prairie. Soy periodista de profesión, y comunicadora, de vocación. Leí la saga completa de Harry Potter y nunca entendí a Cortázar. Tengo una huerta en mi casa y me gusta cocinar. Soy amiga, esposa, hija, hermana y madre dos niñas que me dieron vuelta el mundo. Tengo 34 años y sigo usando All Stars.