Bueno, entonces, un día llegó la segunda mitad del año. Pasaron las vacaciones de invierno, de un soplido, como pasan los momentos lindos. Nos quedamos en el campo. Descansamos. Visitamos a los abuelos, a los tíos y despedimos a los primos. Descansamos. Dormimos hasta tarde. Cocinamos. Tuvimos visitas de la Gran Ciudad. Vimos películas y pintamos con los 100 crayones nuevos que nos regalaron.Descansamos. Bailamos. Prendimos chimeneas y anduvimos en bici.Comimos hamburguesas y jugamos a las escondidas.Insisto: descansamos.
Llegó este lunes y pensé, equivocadamente, que mi casa iba a ser un llanto esta mañana. Porque iban a querer seguir durmiendo (como yo). Me equivoqué. Arrancamos esta segunda mitad con muchas más ganas que la primera. Con caras lavadas y colitas de pelo. No querían llegar tarde así que, inesperadamente, hicieron todo rápido y con buen humor. Tania corrió una cuadra entera y se metió en el Jardín sin ni siquiera darme un beso. Mila me saludó con la mano y arrancó, también, esta nueva mitad con ganas.
¡Buen inicio para todos!
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TEJER MOMENTOS
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