La hoja en blanco. Hace meses que no sentía esta sensación tan...No sé tan qué. Creo que los que escriben o los que pintan, o sacan fotos, o crean, inventan y relatan, me van a entender.En otro momento de mi vida hubiera apagado todo, y me hubiera enojado con todo lo que hubiera a mi alrededor "por no estar dictándome" lo que mis dedos deberían escribir. Renegaría conmigo misma por no tener nada que decir. Me iría, buscaría en algún lado palabras. Historias para contar.
Decidí, en vez, sentarme y escribir. Para que la hoja deje de estar en blanco solo basta eso. Manchar de letras negras un pedazo de pantalla vacía. Completar esa "nada" es la que da esa sensación tan...Sigo sin saber tan qué. Contar que hoy no tengo nada que decir y sostener ese vacío de historias. Manchones blancos que no son más que pausas (necesarias) para tomar lo que venga para, luego, transformarlo en historias que van a merecer ser contadas.
Página en blanco: ya no estás más en blanco. Y eso, creo,es un buen principio para dejar de tenerte de miedo cuando aparezcas, así, sin avisarme.
¡Buen martes para todo el mundo!¿Qué hacen, ustedes, escritores, fotógrafos, cantantes, paisajistas, arquitectos, periodistas, pintores, cuando los desafía esa página en blanco?
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TEJER MOMENTOS
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