Los libros sobre mi mesa



Tengo el hábito de llegar a una casa y mirar qué están leyendo los que viven ahí. Lo tengo guardado, a este hábito, desde que soy bastante chica. Con el tiempo me di cuenta de que es una manera de conocer un poco más a la gente. Me encanta ver cuando coincido con uno o más libros que están en también en mi propia casa. Es casi como que te digan que se fueron de viaje a tal lugar y vos también estuviste ahí.

Desde que nacieron las chicas mi biblioteca se renovó poco y nada. El único pilón de libros que aumenta es el que está sobre la mesa de comedor. Cocina, huerta, revistas, más cocina, fotos.
Este me lo recomendó Ceci, otra amiga que le encanta cocinar. ¡Es soñadoooo! Lindo y rico por donde se lo mire.




De los otros, de esos que sólo tienen páginas con letras en negro, creo que sumé dos o tres, en estos últimos años. Habré leído, con suerte, uno completo. Ayer sumé uno nuevo a mi lista. "Terminé un libro", le dije a la tarde a mi marido, como si hubiera corrido 21 km en tiempo récord. Está bien, era corto y con letras grandes, pero lo empecé y lo terminé. Una hazaña. Antes de que ellas nacieran leía un promedio de 3 libros por mes. Parte de mi sueldo estaba destinado a pasar por alguna librería y encontrar algo para que me acompañara en mis viajes en tren.

Este fin de semana, con la primavera a la vuelta de la esquina, no sé en qué momento lo logré, pero entre hamacadas, comidas y aire libre, terminé de leer un libro. Un cuento simple sobre desandar la propia historia, perdonar, y entender que cada uno anda luchando su "lucha". Todo esto, rodeado de detalles, de aromas, de sabores, de imágenes en palabras que se hacen fotos. A "Brújulas que buscan sonrisas perdidas" me lo prestó una amiga la semana pasada. Miré por primera vez su biblioteca y la mitad de sus libros estaban también en la mía. "Tomá este, quizás también te guste", me dijo y me contó que se lo había comprado porque el título tenía algo lindo. Adentro también es lindo. Y se lo devuelvo más lindo todavía porque mi hija mayor se encargó de juntar florcitas y de ponerlas entre sus páginas.





¡Buena semana para todos! ¿Qué libros tienen ustedes sobre sus mesas? ¡Bienvenida lluvia, que hacías falta por estos pagos!












2 comentarios :

  1. Hola Vicky, buen día. Que lindo compartir libros!!! A mi me encantan, entrar a librerías o bibliotecas es como estar en un centro comercial!! siempre recuerdo algo que me dijo en su momento una gran amiga, que los libros muchas veces uno se los compra y tarda meses en comenzar a leerlos, pero es que cada libro tiene SU MOMENTO para leerlos y disfrutarlos y es real!!!
    Comparto uno de tantos libros que siempre tengo presente desde hace un año que lo compre y lo tengo para leer y convoca siempre todos los sentidos y el amor tan genuino puro y sin limites de una madre a su hijo, se llama: EL CUADERNO DE NIPPUR, de Maria Vazquez, Ed: Planeta.
    Que tengas Lindo día!!!

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  2. Agendo ambos para este verano! Lo lograre???

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POR QUÉ ESCRIBO

POR QUÉ ESCRIBO
Porque hace bien al Alma. Porque sana. Porque me ayuda a no olvidar. Porque me ayuda a recordar. Porque a veces la gente no encuentra el orden exacto de las palabras y yo sí. Porque no siempre sé decir en voz alta. Porque me deja volar un rato y salirme del día a día. Porque algún día mis hijas van a aprender a leer. Y otro día, a escribir. Y van a ser ellas las voces detrás de este teclado y los ojos que van a mirar lo que yo algún día vi.

DETRÁS DEL LENTE

DETRÁS DEL LENTE
Todas las fotos que ven en mi blog las saco yo. Muchas las saqué con mi Cannon G10, máquina que amé y sigo amando, pero ¡ya llegó a su máximo de cliks! Me acompañó desde 2009 hasta el año pasado, que pidió un cambio. Viajó por Tailandia y por Chile; disfrutó de los mejores veranos en la playa en familia; fue testigo de nuestros miles de kilómetros en moto; nos acompañó bajando montañas de nieve; pudo ver cómo nuestra vida en el campo se fue transformando día a día; vio crecer a nuestros perros; retrató las primeras sonrisas de mis hijas. En 2015 pidió un cambio así que, por esas cosas que tiene el azar, Tere, mi íntima amiga, me vendió su Nikon 3500. Todavía no le tengo el aprecio que le tuve a la Cannon (siempre recomendaría esta máquina porque es semi profesional. Me sirvió mucho para vender fotos en las notas que me han publicado). Las demás fotos las saco (y saqué) con el Iphone 6.

ALGO DE MI

ALGO DE MI
Soy una mezcla de todo. Fui charlista de cenáculos, atleta federada, secretaria ejecutiva. Recorrí más de 5.000 kilómetros en moto por el mundo y saqué cientos de fotos desde el asiento de atrás. Caminé con górilas en Ruanda y fui pasante en Para Tí. Viví algunos días en el monte formoseño y otros tanto, en la clínica La Prairie. Soy periodista de profesión, y comunicadora, de vocación. Leí la saga completa de Harry Potter y nunca entendí a Cortázar. Tengo una huerta en mi casa y me gusta cocinar. Soy amiga, esposa, hija, hermana y madre dos niñas que me dieron vuelta el mundo. Tengo 34 años y sigo usando All Stars.