Estamos en el horno

¡Buen jueves para todo el mundo! No puedo empezar a escribir sin antes agradecerles a todos por los mensajes que recibí después del post del 3 de mayo. Amigos, primos, tíos, gente que solo conozco por esta vía, conocidos de conocidos, me hicieron saber por distintos medios, que las palabras que leyeron el otro día les hicieron mover "algunos hilos" bien profundos.

Para alguien que escribe, no hay nada más lindo que ver que sus palabras tienen eco. Que se leen. Que salen de sus dedos y que se hacen carne en otras personas. Que las transporta a algún lugar, a veces oculto, de su propia experiencia y los hace recordar olores, sabores y sonidos. El 3 de mayo a la noche, tuve esa sensación, de a ratos agobiante, de ver que estos dedos pueden llevar palabras a otros mares y a otros continentes; que pueden cruzar Cordilleras y atravesar desiertos.


Por eso hoy también les quería compartir, que el mismísimo 3 de mayo, además de recordar a mi papá, cobró vida mi primer libro (¡aún en el horno!). Cortito, simple, y pequeño, ilustrado por Wonky Steverlynck. Iba a entrar en imprenta el lunes 2, pero las urgencias y el ritmo diario quisieron, una vez más, hacernos un lindo guiño y transformar al 3 de mayo en un día de nacimiento. Unos se van y otros llegan. La ley de la vida.

Escribo esto y se me retuerce el estómago de la adrenalina de pensarlo en nuestras manos, en pocas semanas. El miedo a que no quede como lo pensamos, la sensación de haberme olvidado de alguna coma, el pánico de que esa palabra esté mal tipeada. Wonky, por su parte, sufre lo mismo, pero con las imágenes. Yo le digo que se quede tranquila, que va a salir como tiene que salir. (¡Y hace dos noches que no pego un ojo!).

Nunca creía que este papel que ven acá arriba sería tan importante. Es la inscripción legal del libro, que nos la dieron ayer.

Es chiquito. Es lindo. Es hasta simpático. Para quienes nos conocen, van a ver mucho de nosotras entre esas páginas. Y para los que no saben quiénes estamos detrás, se van a hacer una idea bastante clara de estas  dos amigas que hace 9 meses están pegando textos, creando colores, buscando texturas e imaginando este primer libro juntas. Son relatos cortos y cotidianos, que van desde lo más chiquito hasta lo más profundo. Y de lo más profundo, a lo más chiquito. 

Hay rastros de mi abuela; pedazos de mi ropa; imágenes de nuestros días en el campo. Sobre todo, hay muchas ganas de que las palabras lleguen lejos. De que crucen océanos y sobrevuelen mares.

"Como madre, me hubiese encantado leer algo así cuando estaba en plena marejada, cuando la necesidad de resolver lo urgente me tapaba el bosque", nos escribió hace unos días una de las primeras personas a las que le dimos el libro para ver qué le pasaba como lectora.  
Madres, no madres, embarazadas o no, abuelas, tías, primas. Mi deseo más profundo es que llegue a las manos de muchas mujeres, para que el bosque de la rutina y de lo urgente, no logre opacar el Milagro de la Vida, ni nos haga perder la conciencia de que estamos Tejiendo infancia.

Mis musas inspiradoras.

PD: Hay mucha gente que me escribió diciendo que no me pueden dejar Comentarios en el blog. Ya lo habilité para que no tengan que suscribirse ni nada complicado.