Días bisagra





Desde ayer, los apodé días bisagra. Dícese de aquellas fechas en que los hijos se llenan de mocos, de fiebre, de toses y de mamitis aguda. Venía zafando las últimas semanas y diciendo en voz alta que "a Mila le encanta el frío, que nunca se enferma". Le hizo un ooooleeee grande al brote de varicela en el Jardín, que hasta contagió a todos los vacunados; dejó pasar las bronquiolitis, la otitis, la laringitis y todas las itis que aprendemos las mujeres cuando tenemos niños. Hasta ayer que su cuerpito bajó la guardia, sus ojos lloraron con lágrimas que no eran de ella y no hizo más que estar tirada en el sillón diciendóme "todavía no estoy muy bien", cuando yo le preguntaba cómo venía.

En los días bisagra, como ayer,  y como antes de ayer, lo único que hago es estar sentada con ellas viendo una maratón de dibujitos, interviniendo cada tanto para que Tania no le tire cosas en la cabeza a su hermana, haciendo mimos en la espalda, luchando para que tome, una vez más, su remedio; prendiendo la bañadera cada dos horas, para ayudar a bajar la fiebre. Todo lo demás, queda suspendido. Por completo. 

Lo mejor que tienen estos días es cuando, al fin, ella te pide comer, y se empieza a reír, y a decirte que los ojos ya no arden, que ya se siente mejor. Es como cuando llueve muchos días seguidos y de repente sale el sol. No sabías lo mucho que lo extrañabas hasta que vuelve a salir. En los días bisagra, volver a verla reír es como cuando deja de llover. 


"Sos linda, mamá, porque me hacés mimos", me suele decir en esos días. Desde hace algunas semanas también dice "que ella va a ser doctora cuando sea grande, porque le gusta revisar" (no sabemos revisar qué, jaja). Creo que gracias a eso también empezó a tomar el remedio como una persona "relativamente" normal.

Los días bisagra tienen su encanto. O al menos, estoy aprendiendo a encontrárselo.

¡Buen jueves que parece viernes, y que disfruten del fin de semana largo!

Hoy están llegando nuevos envíos de Tejiendo infancia a sus casas! Para nuevos pedidos, me pueden escribir a tejiendoinfancia@gmail.com



0 comentarios :

Publicar un comentario

 

POR QUÉ ESCRIBO

POR QUÉ ESCRIBO
Porque hace bien al Alma. Porque sana. Porque me ayuda a no olvidar. Porque me ayuda a recordar. Porque a veces la gente no encuentra el orden exacto de las palabras y yo sí. Porque no siempre sé decir en voz alta. Porque me deja volar un rato y salirme del día a día. Porque algún día mis hijas van a aprender a leer. Y otro día, a escribir. Y van a ser ellas las voces detrás de este teclado y los ojos que van a mirar lo que yo algún día vi.

DETRÁS DEL LENTE

DETRÁS DEL LENTE
Todas las fotos que ven en mi blog las saco yo. Muchas las saqué con mi Cannon G10, máquina que amé y sigo amando, pero ¡ya llegó a su máximo de cliks! Me acompañó desde 2009 hasta el año pasado, que pidió un cambio. Viajó por Tailandia y por Chile; disfrutó de los mejores veranos en la playa en familia; fue testigo de nuestros miles de kilómetros en moto; nos acompañó bajando montañas de nieve; pudo ver cómo nuestra vida en el campo se fue transformando día a día; vio crecer a nuestros perros; retrató las primeras sonrisas de mis hijas. En 2015 pidió un cambio así que, por esas cosas que tiene el azar, Tere, mi íntima amiga, me vendió su Nikon 3500. Todavía no le tengo el aprecio que le tuve a la Cannon (siempre recomendaría esta máquina porque es semi profesional. Me sirvió mucho para vender fotos en las notas que me han publicado). Las demás fotos las saco (y saqué) con el Iphone 6.

ALGO DE MI

ALGO DE MI
Soy una mezcla de todo. Fui charlista de cenáculos, atleta federada, secretaria ejecutiva. Recorrí más de 5.000 kilómetros en moto por el mundo y saqué cientos de fotos desde el asiento de atrás. Caminé con górilas en Ruanda y fui pasante en Para Tí. Viví algunos días en el monte formoseño y otros tanto, en la clínica La Prairie. Soy periodista de profesión, y comunicadora, de vocación. Leí la saga completa de Harry Potter y nunca entendí a Cortázar. Tengo una huerta en mi casa y me gusta cocinar. Soy amiga, esposa, hija, hermana y madre dos niñas que me dieron vuelta el mundo. Tengo 34 años y sigo usando All Stars.