Las últimas noches de esta semana que hoy termina, cerraba los ojos y me iba a ese lugar de la foto. Queda un poco lejos de casa, pero todavía sigue latiendo cerca. Es lo que tienen de bueno los viajes: que uno los prepara, va, vuelve y viaja eternamente en estas imágenes.
Ayer, además de cerrar los ojos y de teletransportarme a ese atardecer soñado, me acordé de una frase que nos dijo una mujer mientras estábamos en aquel lugar paradisíaco de Brasil. Hablábamos sobre el mar y las corrientes, y las olas, y todo lo que pasa abajo del agua. Sobre cuando te empieza a tirar para adentro. "Deja leva, deja leva", dijo ella, con un gesto con la mano que acompañaba. "Déjense llevar, déjense llevar". La ola te saca sola, me volvieron a repetir. Esta vez, en otra lengua. Al final, todos hablamos el mismo idioma.
¡Buen fin de semana para todo el mundo! Por acá, a pesar de la lluvia, esperando lindas visitas que llegan desde la Capi.
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