Día raro hoy. Jueves que parece lunes. Otoño que parece invierno. Mañana que parecía oscura, con una cabeza repleta de "cosas por solucionar" y la falsa ilusión de que por tenerlas merodeando por ahí, realmente se iban solucionar. Algunos temas se acomodaron, solos, y me cambió el humor.
Los mocos están empezando a despedirse de este cuerpo, mis oídos escuchando un poquito mejor y mis ojos recibieron una imagen esperadísima en este día: ¡el libro ya casi, casi está fuera de imprenta! Iba estar hoy, pero se retrasó un poquito. Así que a seguir esperando un poquito más. La semana que viene ya van a tener lindas novedades y la posibilidad de empezar a reservarlo si quieren (solo hay 200 unidades en stock, en esta primera tirada).
Mientras tanto, para los que están más atentos y me leen en la versión Web del blog (fíjense que cuando lo ven desde el teléfono, que es bastante mala la versión de blogger para ese formato, abajo del todo tienen la opción de verlo en otra versión que es más linda y más clara a la vista),cambié el subtítulo de Tejiendo Historias. De "Secretos que merecen ser contados", pasé a llamarlo "Momentos que merecen ser contados. No contados de uno, dos y tres. Contados, de verdad.
Nada de lo que cuento acá es secreto. Y nunca lo fue. Son simples momentos que, gracias a la posibilidad mágica de poder escribir, se transforman en pequeñas grandes historias que viajan a velocidad luz. Que acortan distancias entre cientos (o miles) de personas que el tiempo y las circunstancias hicieron que nos dejáramos de ver.
En este último mes, reaparecieron en mi vida, viejas amistades, lectores ocultos, compañeros de antiguos trabajos. Aparecieron personas que me veían sin que yo lo supiera. Que me leían y me lo quisieron hacer saber. Me cuestionaron, me preguntaron y me compartieron sus propias historias de todos los días. Me dijeron que puse en palabras lo que ellos no sabían decir. Me mostraron que empezaron a cocinar, a trabajar en la huerta, y a intentar "hacer piso" para lograr aquietar tanta ansiedad. Me dijeron que digo verdades (que no son mías). Que "las más bellas, regalan aún más belleza, y las duras, parecieran ser no tan difíciles".
Por eso decidí cambiar Secretos por Momentos. Porque nada de lo que cuento acá es oculto.Y nunca debería serlo.
¡Bueno jueves que parece lunes!
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