Ser fuelles




Iba a terminar este día sin escribir. Me desperté de muy mal humor, con una pataleta de Mila, que no quería ir al Jardín. Y siguió así. No me pude sacar la cara de nada, a pesar de ir a hacer gimnasia, desayunar como todos los martes en el bar de Lulo y volver a buscarla a la puerta del colegio. 

Confieso que había escrito algo para publicar hoy a la mañana, pero costó que saliera de mis dedos. Y tanto costó, que quiso Internet hacerme un favor y romperse en el momento justo. Ese en el que iba a poner Enter y Compartir. 

Decidí que hoy no iba a escribir nada. Hasta que llegué a casa y se había apagado la chimenea. Agarré el fuelle nuevo para evitar que se apagara. Entonces, con algunos minutos robados a la siesta de Tania, y con Mila jugando a la maestra acá alrededor,  me senté enfrente de la pantalla. Se me vinieron a la mente todas las personas "fuelle" que tengo alrededor. Las que con solo decir una palabra pueden reavivar ese fuego. También pensé en lo fácil que puede ser apagar ese fuego dejándolo estar, sin un soplo de aire. No ser fuelle, no debería ser una opción para nadie. Habría muchos más fuegos encendidos si cada uno se ocupara de serlo desde su lugar.








Me despido en esta tarde gris, con el humor bastante mejorado porque al fin logré teclear algo, corto, pero algo al fin, y logré prender la chimenea una vez más.¡Buen fin de martes para todo el mundo!








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POR QUÉ ESCRIBO

POR QUÉ ESCRIBO
Porque hace bien al Alma. Porque sana. Porque me ayuda a no olvidar. Porque me ayuda a recordar. Porque a veces la gente no encuentra el orden exacto de las palabras y yo sí. Porque no siempre sé decir en voz alta. Porque me deja volar un rato y salirme del día a día. Porque algún día mis hijas van a aprender a leer. Y otro día, a escribir. Y van a ser ellas las voces detrás de este teclado y los ojos que van a mirar lo que yo algún día vi.

DETRÁS DEL LENTE

DETRÁS DEL LENTE
Todas las fotos que ven en mi blog las saco yo. Muchas las saqué con mi Cannon G10, máquina que amé y sigo amando, pero ¡ya llegó a su máximo de cliks! Me acompañó desde 2009 hasta el año pasado, que pidió un cambio. Viajó por Tailandia y por Chile; disfrutó de los mejores veranos en la playa en familia; fue testigo de nuestros miles de kilómetros en moto; nos acompañó bajando montañas de nieve; pudo ver cómo nuestra vida en el campo se fue transformando día a día; vio crecer a nuestros perros; retrató las primeras sonrisas de mis hijas. En 2015 pidió un cambio así que, por esas cosas que tiene el azar, Tere, mi íntima amiga, me vendió su Nikon 3500. Todavía no le tengo el aprecio que le tuve a la Cannon (siempre recomendaría esta máquina porque es semi profesional. Me sirvió mucho para vender fotos en las notas que me han publicado). Las demás fotos las saco (y saqué) con el Iphone 6.

ALGO DE MI

ALGO DE MI
Soy una mezcla de todo. Fui charlista de cenáculos, atleta federada, secretaria ejecutiva. Recorrí más de 5.000 kilómetros en moto por el mundo y saqué cientos de fotos desde el asiento de atrás. Caminé con górilas en Ruanda y fui pasante en Para Tí. Viví algunos días en el monte formoseño y otros tanto, en la clínica La Prairie. Soy periodista de profesión, y comunicadora, de vocación. Leí la saga completa de Harry Potter y nunca entendí a Cortázar. Tengo una huerta en mi casa y me gusta cocinar. Soy amiga, esposa, hija, hermana y madre dos niñas que me dieron vuelta el mundo. Tengo 34 años y sigo usando All Stars.