Masa philo rellena de pollo



Los tengo medio abandonados con la cocina. Es que después del cumple de Mila, la semana pasada, puse mis manos en "remojo" de la cantidad de cosas que cociné. Casi todo quedó en la casa de mi hermano porque la bendita lluvia hizo imposible que alguien se acercara a soplar las velitas. Así que festejamos en familia y tuvieron la suerte de que ¡la heladera les quedó repleta de cosas ricas! El resto lo seguimos comiendo en casa. Había hecho unos brownies que al final, como no me convencieron demasiado los terminé transformando en un postre riquísimo. Agarré moldecitos de muffins, y fui poniendo por capas, brownies aplastados y dulce de leche. A la última capa le puse merenguitos aplastados. Todo esto, al freezer. Desde el lunes que compartimos uno por noche (porque es medio pesadito) y lo acompañamos con crema batida. 

Les estoy debiendo una receta que les prometí el jueves pasado con hojas verdes de mi huerta (rúcula, lechuga, ciboulette y mostaza). Yo la suelo acompañar con este colchón y una vinagreta con limón, miel, oliva y sal, pero puede ir con algunas papas al horno, unas espinacas con salsa blanca o la ensalada que más les guste.

La receta es masa philo rellena, en forma de triángulos. ¿De relleno? Lo que quieran. Yo la voy variando según lo que tenga ganas: pollo, carne (lomo o bola de lomo), verduras. La base de esta receta la aprendí con mi amiga chef, Sebastiana Amorim, y ahora la hago cada diez días o una vez por semana y le voy variando el relleno. Más que la base, lo que ella me enseñó es cómo usar la masa philo, que yo no tenía ni idea. El resto, es estilo libre.

Por acá no consigo esta masa(es la misma que se usa para el strudel), así que cada tanto, cuando alguien viene a visitarnos, les pido que me traigan unas cuantas. Son de vencimiento bastante largo y se guardan en la heladera. La última vez fue mi mamá la encargada de traerlas y todavía nos quedan tres paquetes sin usar. Otra alternativa, que aún no probé, es comprar masa hojaldrada y con un palo de amasar hacerla bien, bien finita. Lo rico y diferente de la masa philo es que es tan finita como una hoja de calcar y es súper crocante cuando la metés en el horno.

Les paso la receta con base de pollo y cebollitas. El pollo también se puede reemplazar con medio  kilo de bola de lomo.Otra variante son verduritas al wok o queso bien frío.

Triángulos de Masa philo rellenos de pollo (para dos personas) 
1 paquete de masa philo
2  pechugas de pollo cortadas en cuadrados chicos
1 cebolla picada
1 cebolla de verdeo
1 diente de ajo (optativo)
Aceite de oliva
Pimienta y sal, a gusto
Crema 
Maicena (1 cucharada)
Manteca derretida (cantidad necesaria)
Semillitas de sésamo

Colchón de hojas verdes (las que tengas. Con que haya lechuga es suficiente)
Lechuga
Rúcula
Ciboulette
Espinaca
Mostazas

Poner aceite de oliva en una sartén profunda y saltear las cebollitas (y el ajo si lo usan. Yo lo suelo meter entero en la sartén así le da sabor, pero después lo saco), y las cebollitas de verdeo. Cuando estén más o menos blandas, agregar el pollo cortado en cuadraditos. Salpimentar. Dejar que el pollo se cocine bien. Agregar un pote de crema (según la cantidad de pollo que les quedó, un chico o uno grande casi entero) y cuando se empiece a calentar un poco, agregar una cucharada de maicena (para espesar un poco). Si hace falta, agregar más sal y pimienta. Reservar y dejar que se enfríe.




Esta vuelta no le puse cebolla de verdeo ¡porque me dio frío salir a la huerta a buscar!




(Es clave que el relleno esté frío antes de ponerlo dentro de la masa philo). Yo generalmente lo hago al mediodía o a la tarde, y ya me olvido del tema.

Para rellenar la masa:
Abrir uno de los paquetes (vienen dos masas por pack) y sacar la masa muuuuuuy cuidadosamente. Es ultra delicada. Abrirla bien sobre una mesada, y untar toda la masa con manteca derretida. 




Abrir la otra masa y "pegarla" sobre la primera. (Es tan finita que si solo se usara una, se rompería toda). Volver a pintar con manteca derretida. ¡Hace unos meses me compré un pincel y lo gasto! Es ideal para estas cosas. No se preocupen si las puntas no encajan. Además suelen ser las dos de distintos tamaños así que probablemente les pase.

Con un cuchillo con filo, dividir la masa en 6 partes iguales. (O la cantidad que quieran. Salen 6 chiquitos o 4 grandes).

En cada base, poner un poco del relleno del pollo y hacer los triángulos (acá les muestro cómo los hago yo). Si no les salen los triángulos, con que sean rollitos está bien. Los triángulos son muy fáciles de hacer y tienen más facha. Pintar cada uno con un poco de manteca y tirar encima algunas semillitas.







Poner los triángulos en una fuente previamente aceitada y en un horno precalentado. Se hacen a mil. El relleno ya está cocido así que cuando vean se las puntitas de los triángulos se empiezan a dorar y se notan crocantes por arriba, apagan el horno y los sacan.




Cuando puedo, y especialmente en este menú, me gusta llevar los platos servidos y la ensalada de verdes ya condimentada (con sal, pimienta, limón, aceite de oliva y sal- lo pongo todo en un frasquito, lo mezclo y pongo un poco de esta vinagreta sobre los verdes). Sobre este colchón pongo dos triángulos. ¡Charán! ¡Listo el pollo!







No es para nada difícil y quedás muy bien si tenés gente en tu casa. Sebas me la enseñó con salmón, pero acá es imposible conseguirlo fresco así que desde hace unos meses la hago variando carne y pollo. Cuando me sobra relleno, lo uso al día siguiente, lo ablando con un poquito más de crema y lo sirvo con arroz blanco y queso rallado. A las chicas les encanta.


¡Buen fin de semana para todos y a ver quién se anima a probarla! ¡Esta noche tenemos "pijamada" de primas en casa y salen milanesas con papas fritas y una buena película entre chicas! ¿Alguna recomendada para niñas de 6, 7 y 3 años?

Ah, y ya saben qué traerme cuando nos vengan a visitar ;-)








1 comentarios :

  1. quiero!!!!quiero los triangulitos y quiero a las primas! mmmpor acá mucho Hulk y hombre araña. También se copan con los Minions.

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POR QUÉ ESCRIBO

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Porque hace bien al Alma. Porque sana. Porque me ayuda a no olvidar. Porque me ayuda a recordar. Porque a veces la gente no encuentra el orden exacto de las palabras y yo sí. Porque no siempre sé decir en voz alta. Porque me deja volar un rato y salirme del día a día. Porque algún día mis hijas van a aprender a leer. Y otro día, a escribir. Y van a ser ellas las voces detrás de este teclado y los ojos que van a mirar lo que yo algún día vi.

DETRÁS DEL LENTE

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Todas las fotos que ven en mi blog las saco yo. Muchas las saqué con mi Cannon G10, máquina que amé y sigo amando, pero ¡ya llegó a su máximo de cliks! Me acompañó desde 2009 hasta el año pasado, que pidió un cambio. Viajó por Tailandia y por Chile; disfrutó de los mejores veranos en la playa en familia; fue testigo de nuestros miles de kilómetros en moto; nos acompañó bajando montañas de nieve; pudo ver cómo nuestra vida en el campo se fue transformando día a día; vio crecer a nuestros perros; retrató las primeras sonrisas de mis hijas. En 2015 pidió un cambio así que, por esas cosas que tiene el azar, Tere, mi íntima amiga, me vendió su Nikon 3500. Todavía no le tengo el aprecio que le tuve a la Cannon (siempre recomendaría esta máquina porque es semi profesional. Me sirvió mucho para vender fotos en las notas que me han publicado). Las demás fotos las saco (y saqué) con el Iphone 6.

ALGO DE MI

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Soy una mezcla de todo. Fui charlista de cenáculos, atleta federada, secretaria ejecutiva. Recorrí más de 5.000 kilómetros en moto por el mundo y saqué cientos de fotos desde el asiento de atrás. Caminé con górilas en Ruanda y fui pasante en Para Tí. Viví algunos días en el monte formoseño y otros tanto, en la clínica La Prairie. Soy periodista de profesión, y comunicadora, de vocación. Leí la saga completa de Harry Potter y nunca entendí a Cortázar. Tengo una huerta en mi casa y me gusta cocinar. Soy amiga, esposa, hija, hermana y madre dos niñas que me dieron vuelta el mundo. Tengo 34 años y sigo usando All Stars.