Confieso que me cuesta mucho levantarme para llevarla a Mila al jardín. Porque además de levantarme y despertarla, entro en la lucha de cambiarla, de ponerle el delantal, de querer lavarle la cara, y peinarla y de sus "excusas" para no ir al cole. "Cof, cof, tengo tos", me dice con cara de circunstancia. "No quiero ir porque me da vergüenza" (esa fue la nueva de esta mañana).
Hoy ni tuve que hacer el esfuerzo de salir de la cama porque a las 6.55 apareció ella en la puerta del cuarto con sus almohadas y me dijo que quería ver "bibus". Zafé de la primera etapa de sacarla de la cama, que siempre viene con pataleo incluido. Fue solita, se acostó en el sillón y esperó a que prendiera la tele y apareciera con enésima vez el capítulo donde la Princesita Sofía invita a los trolls al palacio y su papá se enoja. Amaneció de buen humor y yo también.
Cómo puede cambiar el día cuando uno se despierta contento. Recién salía el sol cuando nos subimos en la chata. Y hoy, como nunca, se puso a mirar por la ventana y contar todas las lechuzas que veíamos paradas en los alambrados. Con su dedo empezó a señalar y exclamar en voz alta lo que aparecía en el camino.¡Caballos!¡Vacas!¡Chanchos! "¿Qué es eso, mamá?". Flores, le digo, cuando señalaba a la banquina. Así es nuestro camino al colegio.
Y manejaba de vuelta, y pensaba en la suerte que tenemos de ver este camino lleno de vida todas las mañanas. Y en la manera en que ella se sigue sorprendiendo cuando ve una vaca, o un caballo, o una bandada de pájaros, cuando es cosa de todos los días. ¿En qué momento será que perdemos esa capacidad de asombro por las cosas chiquitas de cada mañana?
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Tejer Infancia
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Q lindo!
ResponderEliminarJustamente como vos, una receta que nos funcionó muy bien para suavizar la ida al colegio, es comer bastante temprano, dejarles un tiempo para jugar...leer....etc, y sobre todo que se acuesten TEMPRANO. Eso hizo que ellos se despierten solos a la mañana y con muy buen humor, y empiezan ellos marcando solos el ritmo de su día. Además como comieron mas o menos temprano se despiertan con hambre para desayunar! Y todos los dias si querían elegían un juguete chiquito para ir al colegio, lo metían en la mochila y chau, felices. Ahora ya van sin nada contentos, es solo una cuestión de tiempo, pasa, como todo pasa....Pero entiendo que al principio nos cuesta a todos....
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